COMUNICADO DPTO. PS. 002 / 01.04.2020
COMUNICADO DPTO. PS. 002 / 01.04.2020
Estimados padres de familia:
Es grato dirigirme a ustedes para saludarlos en nombre de Nuestro Señor Jesucristo; el presente tiene por objetivo brindarles información que debemos conocer, especialmente en este tiempo de cuarentena, difícil para cada uno de nosotros, pero que nos permite estar más cercanos de nuestra familia nuclear.
En esta oportunidad quisiera darles algunos alcances sobre el contagio emocional, eminente en los seres humanos y que se muestra cuando, por ejemplo, sonreímos a alguien y nos devuelven la sonrisa, o cuándo alguien se encuentra triste y nos cuenta lo que le sucede, también nos sentimos tristes. Así podemos encontrar muchos ejemplos de lo que se denomina contagio emocional, el mismo que es más intenso dentro del núcleo familiar.
Este tiempo que estamos atravesando hace surgir en cada uno de nosotros diversas emociones, más negativas que positivas; sentimos impotencia, indignación, temor, ansiedad, incertidumbre, entre otras emociones que, el contexto actual no permite que vivamos con intensidad las emociones positivas como la alegría, la tranquilidad, el equilibrio, etc. Adicionalmente nuestros niños escuchan conversaciones sobre el coronavirus, las mismas que tienen una gran carga emocional. Cabe entonces la pregunta ¿cómo se están sintiendo nuestros hijos?
Podemos observar aparentemente a nuestros pequeños calmados y talvez hasta fuera del contexto acutal, sin embargo, genéticamente todos estamos expuestos para ser partícipes del contagio emocional, pues las neuronas espejo que habitan en nuestro cerebro lo hace inevitable. Hay personas que tienen mayor capacidad de transmitir emociones o de contagiarse por los demás. Los niños no muestran su ansiedad o estrés de la misma manera que los adultos, así que es importante observar su conducta para reconocer si nuestros hijos están estresados o ansiosos. Tome en cuenta lo siguiente:
- Está inquieto más de lo normal o tiene momentos de quietud que antes no tenía.
- Cambios de humor constantes y puede tener reacciones exageradas frente a las dificultades.
- Cambio de los patrones del sueño o dificultad para dormir.
- Puede sentir que le falta el aire.
- Presenta pesadillas o busca dormir con los padres.
- Dolor de estómago o de cabeza.
- Disminución del apetito o aumento del mismo (hay cambios en sus hábitos alimenticios).
- No presta atención a las indicaciones de los padres.
- Llora y hace berrinches con frecuencia.
- Se aisla y prefiere estar sólo.
- Hay una regresión en su desarrollo, es decir muestra conductas que ya no tenía como tartamudear, chuparse el dedo, morderse las uñas, etc.
Por lo tanto, es sumamente importante que nosotros los padres trabajemos en mejorar nuestros estados de ansiedad y estrés; no hay que aparentar tranquilidad, pues las emociones se perciben y con mayor intensidad de padres a hijos; por lo que les recomiendo revisar algunas técnicas de respiración y relajación.
Con nuestros hijos debemos aplicar algunas técnicas que los ayuden a sentirse mejor, por lo que les recomiendo observar el video en el enlace https://www.youtube.com/watch?v=nD_-gqIPSU4 y aprovechar este tiempo juntos para que aprendan a manejar y controlar sus emociones.
Lo más importante es la comunicación, platiquen sobre sus emociones, cómo se sienten, qué quieren hacer juntos y todas sus expectativas con ustedes sus padres. La afectividad es imprescindible, así que no se olviden de decirles cuánto los aman, de abrazarlos y hacerles saber que siempre pueden contar con ustedes.
Espero tomen en cuenta la información presentada, cualquier duda al respecto y orientación que necesiten, agradeceré se sirvan hacerlo a través del correo kjimenez@domingo-savio.edu.pe, para poder brindarles el soporte que necesiten.
Sin otro particular, me suscribo no sin antes desearles puedan aprovechar este tiempo en familia al máximo y que Nuestro Padre Celestial derrame sus bendiciones sobre nuestro amado planeta.
Atentamente,